Mañana es 25 de noviembre, y no es una fecha cualquiera, no es un día cualquiera, es el Día Internacional contra la violencia de género.

Y es un día triste pero necesario, porque con él, recordamos y hacemos presente a todas las mujeres que año tras año mueren asesinadas por sus parejas o ex-parejas tan sólo por un motivo.

Mueren por el hecho de ser mujeres.

Sí, así es, las personas que se acercan a esta lacra y se dan permiso para conocer esta realidad más allá de tópicos y lugares comunes, se dan cuenta de que el principal motor de esta violencia que se ejerce contra la mujer, es el hecho de ser mujer y ser considerada inferior al hombre.

La consecuencia más grave la conocemos, es la pérdida de la vida. Pero yo hoy, desde aquí, quiero alzar mi voz para decir que las mujeres que sufren violencia de género, antes de perder la vida físicamente hablando, han dejado muchas cosas por el camino. Han dejado, sus amistades, han dejado sus familias, han dejado la posibilidad de vivir libremente y sin miedo, han dejado sus casas, y por el camino, han ido dejando su autoestima.

La autoestima es fundamental, es lo que nos sostiene para vivir una vida plena. Es la base sobre la que construimos nuestro yo y proyectamos nuestro futuro. De nuestra autoestima depende el que nos sintamos capaces de hacer cosas, depende que nos sintamos merecedoras de amor, de cariño, de respeto.

Y la autoestima no se pierde de un día para otro, es un proceso que poco a poco, gota a gota te va quitando la energía para que al final no te sientas capaz, para que no te sientas merecedora de amor, de cariño, de respeto.

No vivimos tan alejadas de esta situación. Ninguna podemos decir, no, a mi esto no me pasaría.

Porque si nos paramos a pensar….¿cuántas veces te has cambiado de ropa porque al preguntarle a tu pareja si vas bien, has visto un gesto raro?; ¿cuántas veces cedes en una discusión por no montar un cirio?; ¿cuántas veces te ves justificando una compra o mejor aún ocultándosela? ¿cuántas veces soportas que te menosprecie o no ponga en valor cosas que tú haces? …

La línea es tan fina y sutil….que, estas cosas cotidianas que parece tonterías, si se repiten frecuentemente acaban generándonos dependencia emocional de nuestra pareja.

Si la pareja es un hombre íntegro, seguro, sin complejos, no pasará nada más allá. Pero si tu pareja es insegura, miedosa pero no lo demuestra, tiene complejos y un concepto machista de superioridad de los hombres frente a las mujeres, incluso disfrazado de complementariedad, tradición, etc

¡Ojo con los límites!

Eres valiosa, única, poderosa y capaz, no permitas que nadie te haga sentir lo contrario y menos  aún, si es tu pareja.