Somos seres sociales, desde que nacemos estamos en relación con, bueno, incluso nos gestamos dentro de otro ser. Meditar me hace más consciente de todo esto, y desde ahí, puedo tomar decisiones conscientes para ser más amable y compasiva en mis relaciones.
Todas estamos en esa rueda de hacer, conseguir, tener, yo también por supuesto, pero la práctica continuada de mindfulness nos permite un pequeño vislumbre, de que otra manera de vivir esta vida es posible. Todo aquello que tiene un carácter neutro por común, por disponible, puede convertirse en instantes de belleza que nos nutren, que nos hacen sentir parte de este mundo.
Salir a la calle, darte cuenta de que te duele, que a lo mejor caminas más despacio, pero que también puedes mirar al cielo y ver una nube, aquí y ahora, ese instante de plena consciencia. Y así, con paciencia, con una actitud apreciativa hacia la vida, abrimos espacios de libertad, abrimos “claros en el denso bosque de la vida” como dice la maestra Martha Postlewaite en su poema Clearing.
No buscamos la relajación, aunque a veces pueda suceder. Buscamos generar y acceder a recursos que nos ayuden a conectar con el presente, porque cuando estamos en situaciones de estrés la mente, los pensamientos suelen estar desbocados, suelen ser repetitivos proyectando un futuro nefasto que en realidad no existe o reviviendo el pasado de manera compulsiva.
en un retiro de silencio y práctica de mindfulness, se difumina la barrera entre la práctica formal y la práctica informal. Todo se convierte en una práctica de meditación
La práctica de Mindfulness siempre te recibe con los brazos abiertos, siempre estará disponible, sin reproches, sin juicios. Solo tienes que hacer un hueco en tu vida para estar contigo, sin querer conseguir nada, sin querer demostrarte nada. No eres mejor ni peor si practicas
uidamos con amor a nuestras hijas e hijos, cuidamos de nuestros padres, madres, pareja, amistades, suegras, suegros. De una u otra manera pensamos en ellos, estamos pendiente de ellos. Y esto está bien. Sin embargo, no puede suceder a costa de nuestra salud, a costa de nuestro equilibrio, a costa de nuestra plena existencia.
El tiempo vivido plenamente. A Pia contemplar el jardín le ayuda a reconocer–Se en el cambio, en lo impermanente, en lo inevitable que queremos dejar siempre para después.
Quiero contarte algunas vivencias del retiro de silencio y práctica de mindfulness que tuvimos hace una semana en Becerril de la Sierra. Algunas fueron compartidas al final, cuando retomamos la noble palabra y por fin nos miramos, nos hablamos tras dos días de noble silencio. Y una de las cosas más comentadas y que a mi también me llamó la atención, tiene que ver con el cambio, con lo que en mindfulness se denomina impermanencia.
Practicar Mindfulness es estar contigo misma/o, es dejar a un lado las prisas, los objetivos, los deseos, los problemas, para simplemente ser.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga