La curiosidad: mindfulness con género

Curiosidad según dice el diccionario, es conectar con el deseo profundo de conocer lo que no se sabe. Es aproximarnos a la Vida desde una mirada limpia de sesgos, conceptos y estereotipos, para dejarnos sorprender de la experiencia tal y como se despliega momento a momento. 

La curiosidad es una de las cualidades que cultivamos en mindfulness. De hecho podemos decir que vivir mindfulness es tener esta actitud curiosa ante la vida. 

Lo contrario es el “ya me lo sé”. Esta otra actitud, nos coloca en una posición muy distinta, implica volcar sobre la realidad conceptos, creencias, experiencias pasadas que de alguna manera nos impiden conectar con la experiencia real del momento. También ocurre lo mismo con las relaciones personales. Es muy diferente relacionarnos con la gente desde el “ya sé de que va” a permitirnos ver a esa persona tal y como es ahora, sin añadirle algo de la experiencia pasada. Y como todo lo que cultivamos en mindfulness, afrontar la vida desde esta curiosidad, es sencillo, pero no tan fácil. 

Nuestra mente es muy poderosa, el cerebro se acostumbra a acortar los caminos por los que conoce la realidad utilizando, creencias, patrones de conducta basados en la experiencia, estereotipos y todo tipo de atajos y gafas a través de los que interpretamos la Vida. Mindfulness nos ofrece la posibilidad de empezar a quitarnos estas gafas, o al menos, darnos cuenta de que las llevamos puestas. 

Afrontar la vida con esta actitud curiosa nos convierte en exploradoras/es de nuestra vida, nos invita a llevar esta mirada limpia a cada cosa que hacemos. Y como siempre y por este motivo, entre otros, soy una apasionada del Mindfulness, nos invita a ponernos en el centro mismo de nuestra vida. Y desde ahí, empezar a Vivir. 

Para nosotras las mujeres en nuestra sociedad, esto es un paso enorme. Vivimos inmersas en los estereotipos de género que nos dicen cómo tenemos que ser y cómo tenemos que comportarnos, afectando a todas las facetas de la vida que te puedas imaginar. Además ser curiosa si lo miramos desde el esterotipo de género, es una actitud atribuida a las mujeres con el sesgo negativo del cotilleo. Querer saber, nos ha estado vetado. 

Mindfulness nos invita a explorar, a no conformarnos, a preguntarnos, qué significa esto que estoy sintiendo ahora, en este momento, a mirar la vida con esa mirada de principiante, limpia de sesgos. Imagina si cada vez que te levantes por la mañana y te miras al espejo, simplemente te ves, sin presuponer nada, tan solo una nueva mirada que te reconozca y te reconcilie con la extraña que fuiste, parafraseando la poesía “el amor después del amor” de Derek Walcott.

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