Ya sabéis que el hecho de atribuir frases a determinadas personas es entrar en un mundo incierto y en cualquier caso, es hacer un poco un acto de fe. Pues bien, hablando de fe, hay una frase que se le atribuye a Santa Teresa de Jesús que dice lo siguiente:
“Más vale pedir perdón que pedir permiso”
No es una frase cualquiera y menos si somos capaces de analizarla desde la perspectiva de género.
Lo que viene a decir la frase en un lenguaje de coaching es algo así como: si quieres algo ve a por ello. Pon el foco en lo que quieres, en lo que necesitas.
Mi experiencia como mujer, mi experiencia como experta en género y como coach de mujeres, me dice que nosotras las mujeres tendemos a ir por la vida pidiendo primero y ante todo “permiso”.
Pedimos permiso para ocupar los puestos de responsabilidad, pedimos permiso para hablar en una reunión, pedimos permiso para salir a cenar, pedimos permiso para salir con las amigas, pedimos permiso para darnos un capricho pedimos permiso para….supongo que os suenan los comienzos de frase del tipo: que te parece si, podría, tal vez si pudiese, te viene bien que…qué opinas de, cómo ves que….A mi la verdad es que si. Y daros cuenta de lo distintas que suenan estas otras: quiero, deseo, voy a hacer eso, lo he hecho así, qué te parece, me gusta.
Vamos por la vida muchas veces como si el espacio en el que respiramos y vivimos nos fuera concedido y por ello pedimos permiso. Es como si no nos sintiéramos lo suficiente merecedoras de éxito y de reconocimiento o de capacidad.
Hemos aprendido a estar en la segunda fila. Nos han enseñado a no llamar la atención, a preguntar siempre antes para no ofender, a pensar en los demás antes que en nosotras mismas…..a pedir permiso antes de coger lo queremos.
Fijaos que distinto es el planteamiento opuesto. Cuando te sientes con derecho a estar, a decidir, a existir, a tener éxito, dinero, reconocimiento. Entonces vas a por ello. Porque te sientes merecedora, porque te dices: esto lo quiero, es para mi.
Cuando pedimos permiso, le damos a OTRO el poder de otorgárnoslo o no. Le damos a OTRO el poder de decidir si aquello es para mi o no, si me lo merezco o no.
Por eso, para nosotras las mujeres, es mejor pedir perdón que pedir permiso.
Y a partir de ahora, cuando quieras algo y conectes de verdad con lo más profundo de Tu deseo, ve a por ello, ya tendrás tiempo de pedir perdón si no es apropiado o sientes que te has equivocado, pero NO PIDAS PERMISO.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga
Este sitio web utiliza cookies. Si continúa navegando acepta nuestra política de cookies.
ACEPTAR
Sorry, the comment form is closed at this time.