La autocompasión es la conciencia de nuestro propio sufrimiento y el deseo honesto de querer aliviarlo. 

Si nos preguntamos honestamente cómo nos tratamos cuando fallamos, cuando comentemos errores, cuando las cosas no salen como habíamos planeado, cuando una y otra vez, tenemos esa conducta que no nos gusta, cuando nos enfadamos con alguien a quien amamos, pero lo que queremos decirle es necesito más comprensión, o un abrazo. La lista puede ser muy larga y conste, que hablo desde mi experiencia, aunque intuyo que quizás puedas experimentar algo parecido. 

En piloto automático y sin un trabajo de toma de conciencia, la respuesta quizás sea, me trato mal, me culpo por lo que hice o no hice, me siento aislada/o, me avergüenzo por sentir lo que siento, o directamente me odio. 

Mindfulness y el trabajo en compasión, nos conectan desde el Amor, una y otra vez con la idea sentida de que no vivimos en soledad, que no somos seres aislados y que todos y todas estamos conectados de una u otra manera. Se trata de sentir y no solo de pensar la humanidad compartida. ¿Quién nos hizo creer, qué para ser buenas/os y amadas/os teníamos que ser perfectas y estar libres de cometer errores? ¿En qué momento nos olvidamos nuestra propia condición humana? Una condición humana que es capaz como dijo el famoso psiquiatra y superviviente de los campos de concentración nazis, Viktor Frankl, “el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor, es el mismo ser humano el que activa las cámaras de gas y el que entra en ellas elevando una oración”.

La conciencia y vuelvo de nuevo a esta maravillosa palabra, Mindfulness nos ayuda a estar presentes en nuestra vida. Una presencia que tiene que ver con no perder el hilo de la humanidad y desde ahí trabajar conscientemente por una vida mejor para ti misma/o y para el resto de los seres. No puedes quedarte al margen de ti misma/o. Mindfulness amplía desde la conciencia, nuestra capacidad de ser seres compasivos, conscientes del sufrimiento y aviva el deseo genuino de querer aliviarlo, sin distinciones, sin pensar si lo mereces o no.