Cuando imparto los cursos de Mindfulness y en especial el curso MBSR para la reducción de estrés, hago hincapié en que Mindfulness o el entrenamiento de la atención plena, es un gran contenedor que contiene todo. Comenzamos las formaciones explicando que para este entrenamiento hay prácticas formales y prácticas informales. Entre las prácticas formales se encuentran las prácticas de meditación, como caminar, tumbarse o sentarse. Practicamos una meditación de nombre Vipassana que significa la visión clara de las cosas. O mejor dicho, ver y sentir la realidad tal y como es, y no como nos gustaría que fuera o, lo que ocurre muchas veces, como nos gustaría que no fuera.
En las primeras sesiones también descubrimos que está la práctica informal, y ahí expandimos la atención a toda la vida cotidiana. Vivir, de repente se convierte en una oportunidad para estar presente. Cada actividad que realices por muy insignificante o rutinaria que te parezca, es una oportunidad de presencia, de consciencia, de Mindfulness.
Cuando acaban las formaciones (y en el MBSR dedicamos una jornada a ello), invito a realizar un retiro de silencio y práctica de Mindfulness. Un retiro de silencio es una experiencia potente, valiente, empoderadora. Es verdad que no significa que sea sencillo como le ocurre a toda la práctica de Mindfulness, sin embargo, si el retiro está sostenido y guiado por una persona cualificada, siempre estarás en buenas manos.
Pero lo que quiero compartir es que, en un retiro de silencio y práctica de mindfulness, se difumina la barrera entre la práctica formal y la práctica informal. Todo se convierte en una práctica de meditación y la meditación se convierte en Todo. De repente, nos vamos dando cuenta de cómo la vida fluye entre una práctica de meditación y la comida; entre salir a dar un paseo consciente y la práctica de movimiento en la sala; entre meterte en la cama para dormir y quedarte sentada/o en una piedra sintiendo los rayos del sol y el frío en la cara. Cada sensación, cada paso merecen ser explorados con amabilidad que es lo que hacemos en Mindfulness. Y lo mejor de todo, es que también nos descubrimos, nos acercamos a nosotras/os mismas/os sin distracciones y, desde ahí, podemos empezar una nueva relación con nosotras/os mismas/os. Una relación amable y compasiva, sin juicios, sin reproches, mirándote con ojos nuevos.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga
Este sitio web utiliza cookies. Si continúa navegando acepta nuestra política de cookies.
ACEPTAR
Sorry, the comment form is closed at this time.