Jon Kabat – Zinn, uno de mis queridos maestros y creador de los programas de mindfulness para la reducción de estrés (MBSR), comentaba que cuando vas más allá del cojín de meditación y dejas que la fuerza de mindfulness impregne y llene tu vida al completo, no hay que tomarse demasiado en serio, ni cuando todo va bien y los demás te dicen que estás estupenda y eres genial, ni cuando pasas por una racha en la que nada sale como pensabas y el espejo te devuelve una imagen nada amable de ti.
Cuando vamos más allá del cojín de meditación, permitimos que esa mente – corazón que entrenamos en el cojín, en la silla, en la esterilla, vaya permeando la cotidianidad de la existencia. No es buenismo, lo digo muchas veces en las clases, de hecho, si te pasa como a mí, esa consciencia, muchas veces te devuelve con nitidez una mente reactiva, llena de emociones desagradables.
Meditar más allá del cojín, es coger músculo de la atención consciente, amable y compasiva. Atención para darnos cuenta de lo que está pasando, de lo que nos está pasando y de qué hacemos con ello. Muchas veces, no podemos hacer nada, al menos, no inmediatamente. Pero somos conscientes, conscientes de una mala contestación, conscientes de un pensamiento desagradable, conscientes de la agitación de la mente, de la intranquilidad, conscientes de lo que no deseas…
Cuando vamos más allá del cojín, podemos acoger todo esto que pasa por vivir y estar vivas, podemos ser capaces también de dejar de rumiar. Permitir que todo eso que quizás nos pase, te pase, se quede en esos momentos. Que cuando vayas de paseo o estés cuidando la huerta, o quizás viendo la puesta de sol, tu mente corazón, también pueda estar plenamente consciente, presente. Que se deje llenar de ese instante agradable, quizás único también y, que se arrodille ante tanta belleza contemplada.
Me emociono al recordar esos momentos, los agradables y los reactivos.
Cuando vamos más allá del cojín de meditación nos encontramos con la Humanidad Compartida. Tomamos consciencia de que somos un pequeño ser en el universo de la vida. Somos un maravilloso milagro que en algún momento despierta, se siente, se hace consciente y comienza a vivir de otra manera, intentando dañar y dañarse lo menos posible.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga
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