No es fácil entender el no juicio que practicamos y entrenamos en las prácticas de mindfulness, y menos fácil es llevarlo a la práctica. No es fácil, porque vivimos en un mundo lleno de juicios y comparaciones.
No tenemos muchas oportunidades en nuestra ajetreada vida cotidiana para que se produzca ese encuentro sereno con una misma, por eso la práctica de mindfulness consiste en hacerlo posible.
La práctica del mindfulness con perspectiva de género, rompe el perfeccionismo, nos ayuda a las mujeres y también a los hombres a darnos cuenta de las manipulaciones sutiles a las que estamos expuestas.
Yo quiero ser real y no perfecta es el grito de guerra que dan las mujeres en mis cursos, talleres y conferencias. Sí, lo has adivinado, yo también lo doy y además las animo. Yo quiero ser real y no perfecta, es el mantra con el que tendríamos que acostarnos para que nuestro inconsciente recibiese […]
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies. Si continúa navegando acepta nuestra política de cookies.