Leyendo una entrevista en el País a una de nuestras mejores pensadoras, la filósofa Adela Cortina, me impactaron algunas reflexiones sobre nuestra sociedad y sobre la felicidad que quiero compartiros y ver cómo desde mindfulness podemos poner nuestro granito de arena.
Una de las cuestiones que se trata en la entrevista es la felicidad. Sobre ella se dice que: “hay que trabajar en ser felices, claro, y la mayoría lo hacemos…Y luego hay gente que no va a ser feliz en su vida porque protesta por todo, porque es incapaz de cuidar a un amigo excepcional, de cuidar una buena relación de pareja, de valorar que ha tenido una educación maravillosa, de apreciar una puesta de sol…, incapaz.
Incapaz de cuidarse, incluso.
Por supuesto. Así que lo que sí se puede trabajar con relación a la felicidad es esa receptividad para apreciar lo valioso. Quienes son más capaces de apreciar tienen más posibilidades de ser felices.”
Todas las personas deseamos ser felices, estar bien y vivir en paz. Sin embargo, en el día a día y también por las cosas que nos van sucediendo se nos olvida la enorme responsabilidad que tenemos en que esto suceda. En mindfulness afrontamos la vida tal y como es, no la pintamos de color pastel y la endulzamos, no, lo que hacemos, es reconocer también la otra cara de la vida que muchas veces está siempre disponible: ver florecer a las plantas, sentir el aire, apreciar una puesta de sol, dar un abrazo, sonreír, ser amable. Todo esto, solo depende de la actitud apreciativa ante la vida y la convicción de que mi felicidad individual también está conectada a los demás y a lo demás.
Para ello, necesitamos la atención que cultivamos con mindfulness. En la misma entrevista se dice que y cito textualmente: “que el déficit de atención ya no es una enfermedad, es un modo de vida.” Nos estamos convirtiendo en la sociedad de la mente hiperactiva, todo el día activada, saltando muy deprisa, de un lado a otro, incapaz de permanecer 20’ en silencio centrada. Mindfulness como sabes, es una capacidad innata de nuestra mente -corazón. Es la capacidad de ser plenamente consciente momento a momento. Es la capacidad que nos permite vivir de verdad cada momento con todos los sentidos, incluida la propia mente.
Por eso tenemos la posibilidad de elegir cómo queremos vivir. Más allá de cada circunstancia vital, que importa, por supuesto. Todas las personas podemos dar un giro a nuestra vida y elegir vivir más conscientes siendo más amables. Mindfulness es como el soporte, el abrazo que nos acoge en cada momento. Siempre podemos elegir, qué hacer, cómo comportarnos, con qué actitud vivir. Entrenarnos cada día, en los grupos semanales, haciendo retiros de silencio y práctica, nos ayuda a mantener viva esa llama de la consciencia amable que es mindfulness.
Así que podemos vivir más atentas y felices y contribuir con ello a que la sociedad sea más amable.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga
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