Empoderarse es acceder a la libertad que ofrece la toma de consciencia de que existes, importas y tienes mucho que aportar.
Sentarse a meditar significa atender al cuerpo y a la mente – corazón durante un tiempo determinado en una postura que podemos elegir en función de cómo estemos, dónde estemos y de qué medios dispongamos, (silla estable, zafú, banquito).
Yo antes iba por la vida sabiéndolo todo, o al menos, eso creía. Era una creencia muy fuerte que, como todas las creencias, acaba formando parte de la personalidad.
Una de las cosas que más me apasiona de la mente humana, en la medida que me acerco a su conocimiento, bien sea, a través del estudio o de la práctica de mindfulness, es lo plástica, versátil y amplia que puede llegar a ser.
Me acojo imperfecta y como dice la poeta Dana Faulds en su bello poema Respirar, desde hace años hago sitio para la imperfección. Hoy escribo con un “bonito” dolor en el cuello fruto de una enorme falta de autocuidado, Y podrías pensar; ¡vaya! ¿pues si ella que es la profesora, no se cuida…? Así es, […]
La col nace completamente vulnerable, apenas unas hojas sobre un suave tallo. Con el tiempo, agua y sol, ese tallo se engrosa, se hace fuerte porque tendrá que sostener bastante peso. En su parte de arriba empiezan a generarse unas grandes hojas como murallas que protegen la parte interior. Y ahí, en el centro mismo de la planta, se empiezan a replegar sobre sí mismas, pequeñas hojitas. Una sobre otra, una sobre otra, envolviéndose. Al principio es muy frágil, podríamos separarlas con facilidad, hay mucha vulnerabilidad en la planta.
Cuando vamos más allá del cojín de meditación, permitimos que esa mente – corazón que entrenamos en el cojín, en la silla, en la esterilla, vaya permeando la cotidianidad de la existencia. No es buenismo, lo digo muchas veces en las clases, de hecho, si te pasa como a mí, esa consciencia, muchas veces te devuelve con nitidez una mente reactiva, llena de emociones desagradables.
En concreto cuando utilizamos posturas sencillas de Hatha Yoga que tienen, probada eficacia para cuidar de los músculos y articulaciones y, de las que sabemos, que realizadas desde las actitudes de mindfulness pueden ofrecer un espacio de cuidado y de entrenamiento de la atención plena, lo que hacemos es explorar el cuerpo de una manera muy similar a como lo hacemos en las posturas de quietud. Podríamos decir, que, en realidad seguimos meditando y que la práctica meditativa de atención consciente y amable al cuerpo continúa
La práctica de la consciencia amable es una invitación constante a reconocer, a sentir, a la presencia. Cuando estas cualidades aparecen juntas, es muy probable que surja una mirada apreciativa que sea capaz de reconocer la belleza, lo bueno, lo amable, lo milagroso de muchos instantes que transcurren en nuestra vida.
Hubo un momento en mi vida en el que abrí espacio para el no saber. Atrás quedaron los días de seguridad, de creerme invencible, aunque por dentro temblara de miedo. El no saber, se abrió paso con rapidez, como si siempre hubiese tenido la puerta abierta.
Mindfulness, Coach emocional, Practitioner en Programación Neurolingüística (PNL), formación en Hipnosis Ericksoniana, maestría interior en Reiki, Socióloga